Que gobierne la lista más votada… si gano yo
Hace tiempo que me declaré en estas páginas de Escaparate partidario de que gobierne siempre la lista más votada en todas las elecciones. Por democracia. Lo sigo pensando. Si todos respetan las reglas del juego, claro. Porque ahora resulta que el PP se acuerda de eso cuando le conviene, cuando ha ganado en las urnas. En cambio, cuando Ayuso se burló de lo que habían votado los madrileños la primera vez que llegó al poder, igual que hicieron sus compañeros Almeida como alcalde de Madrid, Bonilla para presidente andaluz, ahora han conquistado Extremadura y no sé cuántos ayuntamientos más, aliados con Vox…
Después de años de hacer la anchoa gobernando arañando votos de otros partidos y dejando a los socialistas fuera de juego aunque fueran el partido vencedor en los comicios, ahora no cuela que Feijóo llegue a la Moncloa porque llegó el primero a la línea de meta. Es cierto que el PSOE va a hacer historia, porque será la primera vez que el presidente del Gobierno no ha ganado las elecciones, pero también se puede considerar el desenlace como un empate, porque poco más de un uno por ciento de diferencia de votos –otra cosa son los escaños, los diputados, por la nefasta Ley de Hondt– no es tampoco como para tirar cohetes.
La otra lectura que hay que hacer de nuestro mapa político me genera inquietud: gracias a Vox va a seguir probablemente gobernando la izquierda, aunque suene paradójico. ¿Por qué? Si el voto de la derecha estuviera agrupado, como ha sido la tónica hasta hace cuatro días, el PP habría conseguido la mayoría absoluta, como logró Rajoy con menos votos que ahora Feijóo. O sea, que aunque parezca surrealista y absurdo, mientras haya franquistas declarados en nuestro sistema propugnando expulsar a inmigrantes sin razón o negando el Holocausto nazi, los herederos ideológicos de Podemos (ahora Sumar) tienen oxígeno para seguir apuntalando al PSOE en el poder. Pero también la izquierda lleva décadas con el voto dividido entre socialistas y otras sensibilidades y siglas. Y Sumar ha superado los tres millones de votos, cuando Anguita –un referente respetado por todos– llegó a los dos millones y medio en su mejor tarde de toreo. Hay partido.