Por Aitana Gandia, portaveu del GM Som Ibi
Eso es lo que yo me pregunto cada mañana desde que hace 2 años entré al Ayuntamiento
de Ibi. Considero que me han prevalecido la responsabilidad y la sensatez, y así seguirá
siendo, pero aquello que comienza como un reto, se convierte en un escenario dantesco en
el que “o matas o te matan”. Terrenos pantanosos y ambientes tóxicos estos de la política,
porque convivir con una mayoría absoluta del PP es de todo menos Disneyland.
La comunicación dentro del Ayuntamiento es nefasta, y mira que hemos intentado
reconducir la situación, pero no, la tendencia y la obsesión de invisibilizarnos no viene de
hoy, pues el rodillo está desde el primer día de esta legislatura. A la oposición la quieren
sumisa y callada, por eso cuando levantamos alguna alfombra salen los tanques a pasear
vestidos de “humildad”… Responsabilidad es reconocer que otro grupo político puede tener
una buena propuesta, pero no, mola más dejar los objetivos comunes a un lado y luchar por
querer tener la razón a toda costa, hacerse fotos intencionadas y titulares engañosos.
Aunque sea mentira, porque lectores y lectoras, este equipo de gobierno diu mentires a
cabassaes. Responsabilidad es dar la cara, incluso a los compañeros de Corporación, y no
vale con pasarse la pelota y esconderse bajo las faldas de los compañeros de partido,
porque como alcalde hay que hacer frente y luchar un poquito más por lo que
supuestamente se cree y dejar de lado esa ofuscación de quedar bien con todo el mundo.
Es muy fácil mantener esa imagen inmaculada y no desgastarse, actuando como un mero
espectador y no bajando al barro de las relaciones entre los partidos, de las discusiones, de
las negociaciones, y de los tira y afloja, y si no, que nos pregunten a los portavoces del
Ayuntamiento de Ibi. SOM IBI sí sabe cuál es el cometido de haber sido elegidos por el
pueblo, y no se nos caen ni caerán los anillos por apoyar algo que nos parezca correcto,
sea del partido que sea.
Claro que tenemos algunas excepciones a la regla, pero ni mucho menos pueden ser
utilizadas como excusas para vestir una gestión como la del PP de humilde, dialogante y
responsable. ¿Quéreis saber cuál es el nivel de autocrítica de este equipo de gobierno? un
0 rotundo. Yo sí tengo la suficiente elegancia y escrúpulos para saber qué cosas se deben
lavar en público y cuáles de forma interna, pero que no te engañen, que nos dan duros a 4
pessetes.
Cuando intenté poner límites a este “vacile” y cachondeo continuo ¿sabes qué me dijeron?
Que soy una exagerada, que la política es así. ¿Ah sí? Yo creo en otra forma de hacer las
cosas y que es posible (o eso creía), pero con este PP no se puede. ¿Este es el nivel
entonces? ¿Este es el juego de la política que queréis? Juguemos entonces.