El ministerio de Hacienda, a través del Catastro, ha regularizado la situación actual de 988 inmuebles urbanos, cuyos propietarios están recibiendo desde hace semanas las notificaciones con los nuevos valores catastrales que se verán reflejados en el recibo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a partir de 2018.
Esta actuación de Hacienda contra el fraude urbanístico con el fin de aflorar elementos patrimoniales no declarados, comenzó en febrero de 2016 y durante el mes de agosto se tuvo conocimiento del primer centenar de propietarios afectados por estas regulaciones catastrales. Ahora, están llegando las cartas, de forma masiva, al resto de vecinos que han sido objeto de estas actualizaciones, realizadas desde el aire por la empresa Geonet, contratada para tal fin. Se trata, explica la edil de Urbanismo, Amparo Pina, de unas inspecciones que miden los metros de techo y las instalaciones como piscinas o pistas deportivas, tanto en suelo rústico como urbano.
Estas inspecciones, añade, no comportan un expediente sancionador y los 60 euros que se están cobrando “corresponden a una tasa fija en concepto de trabajo por actualizar en el catastro los datos de cada propietario”. La actualización llevada a cabo supondrá un incremento del valor catastral de Ibi de 40.888.196 euros. En 2016 este valor ascendía a 1.051.696.237 euros.
Los propietarios cuyos inmuebles han sufrido una regularización catastral notarán a partir de 2018 un incremento en la cuota íntegra de los recibos del IBI, con retroactividad de un máximo de cuatro años. Amparo Pina señala que el Ayuntamiento es ajeno completamente a estas actuaciones pero, en cambio, sí supondrá un aumento de los ingresos para las arcas municipales a través de la recaudación del Impuesto de Bienes Inmuebles.