El Instituto Tecnológico de producto infantil y de ocio, AIJU, y el Instituto Tecnológico de informática ITI, trabajan en el desarrollo de un pasaporte digital para juguetes inteligentes de las empresas del sector, que evitará su falsificación y facilitará su reciclaje.
Según fuentes de la Policía Nacional, solo en las últimas navidades, se intervinieron más de 170.000 juguetes falsificados. Los artículos, imitaban a prestigiosas marcas como Lol, Cry Babies, Disney, Nickelodeon, Mattel o Real Madrid y alcanzaban un valor de mercado superior a 1.200.000 euros.
Según esta misma fuente, los juguetes llegaban a España desde China burlando los controles de seguridad al estar totalmente desmontados y era en España donde se realizaba el montaje final. En este sentido, cabe destacar que los productos incautados representaban altos riesgos para la salud y seguridad de los niños al emplear en su fabricación y elaboración materiales, pinturas y lacas altamente nocivas. Por ello, el proyecto DLT4AITOYS, financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace), permitirá controlar qué elementos forman parte de un juguete inteligente, registrando también las diferentes etapas de su fabricación y distribución. Además, permitirá a los usuarios identificar fácilmente las características del juguete, así como su procedencia.
La introducción de un pasaporte de producto digital aumentará las posibilidades de que el producto sea reciclado o reutilizado, ya que dicho pasaporte incluirá información sobre el proceso de producción de cada producto para que los diferentes tipos de usuarios de toda la cadena de suministro puedan reutilizarlo o tratarlo de forma correcta a la hora de gestionar los residuos.
Como explica Jose Carlos Sola, coordinador del proyecto en AIJU, “introducir el pasaporte de producto digital lo antes posible en las empresas del sector del juguete es muy importante, ya que pronto empezará a ser una obligación y conviene estar preparados”. Además, señala que, “necesitamos conocer los componentes de los materiales y sus posibilidades de reciclado, de forma que los juguetes sean lo más sostenibles posibles”.
Esta iniciativa pretende mejorar la información de los productos a lo largo de todo su ciclo de vida, para que su diseño, fabricación, utilización y reciclado sean más sostenibles, reduciendo de esta forma el impacto medioambiental e impulsando, por consiguiente, la economía circular. De hecho, “las empresas jugueteras se están encontrando con un incremento en el precio de los materiales, sobre todo en el plástico, ya que desde principios de este año 2023 se les está aplicando un impuesto por el uso del mismo, dificultando así la subsistencia de las empresas jugueteras “, señala Jose Carlos Sola.