Más de dos años han esperado vecinos, vecinas y festeros castallenses para poder disfrutar plenamente de sus fiestas patronales de Moros y Cristianos, como lo están haciendo desde el miércoles 31 de agosto, cuando comenzaron los actos.
En todo este tiempo, muchas son las cosas que han cambiado pero ninguna ha logrado desanimar a los festeros, que volvieron a desplegar su imaginación y fantasía en el desfile de la Entrada, que se celebró la tarde del jueves 1 de septiembre.
Uno de los cambios más destacados de las fiestas de Moros y Cristianos de Castalla de este año es que no hay capitanías, ya que los cargos electos en 2019 han decidido trasladar su representación a las fiestas de 2023 o, incluso en algunos casos, renunciar. La comparsa Piratas es la única que tiene capitanía, aunque tampoco está formada por las mismas personas que dieron la vuelta en 2019, sino por otro grupo de amigos.
Pero la fiesta no se queda huérfana de cargos festeros, ya que las comparsas asumen la representación y habrá integrantes de cada una de ellas en los actos oficiales.
Las fiestas, en honor a la patrona la Virgen de la Soledad, se celebran hasta el 4 de septiembre y la participación supera los 2.000 festeros agrupados en 7 comparsas; cuatro comparsas cristianas: Marineros, Maseros, Piratas y Cristianos y tres moras: Moros Grocs, Moros Vells, y Moros Mudéjares.
El jueves, tras finalizar el desfile de la Entrada, se celebró la procesión de la bajada de la Virgen, que va acompañada por los salvas de arcabucería que disparan las comparsas.
El viernes 2 de septiembre se celebra a las 12 horas, el desfile con alardo de arcabucería y, al finalizar, la ballada de banderes. Por la tarde, la guerrilla y la embajada del bando moro y, a las 21 horas, la procesión.
El día 3 se celebra el desfile infantil, con la ballada de banderes por los capitanes infantiles y a las 19 horas, la ofrenda de flores.
El último día tendrá lugar el desfile del alardo y la volta de capitans y, por la tarde ,la embajada cristiana. Los actos concluirán con la procesión de subida a la ermita de la patrona.