La Guardia Civil ha detenido, por el momento, a 6 miembros de una organización criminal, dedicada a la explotación sexual de mujeres.
Esta organización estaba asentada en un piso de Castalla, aunque desplazaba a las mujeres por toda la comarca, y sus dos principales cabecillas ya han ingresado en prisión provisional.
Además, el principal jefe de la organización, para obtener más rendimiento si cabe de su negocio sexual y, con ello, mayores beneficios económicos instauró, entre los clientes sexuales, un negocio paralelo, de tráfico de drogas (cocaína) en Ibi.
Según explican desde la Comandancia de la Guardia Civil, para ello, se valió de la colaboración de un septuagenario, que se encargaba de realizar la distribución (menudeo) a los consumidores habituales quienes, vía telefónica, le solicitaban la droga, las 24 horas del día y desde todas las localidades de la comarca de la Foia de Castalla.
Ya en la última fase de la investigación, el cabecilla decidió abrir un bar, también en Ibi, donde poder seguir traficando con cocaína y, además, a través de dicho negocio poder blanquear el dinero obtenido gracias a sus diversas actividades delictivas.
Con toda esta información, obtenida desde el mes de agosto de 2019 cuando el equipo de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Villena inició las pesquisas, los agentes decidieron realizar el jueves 23 de enero la entrada y registro a los lugares relacionados con la organización: el piso de Castalla, el bar de Ibi y otro piso más en Ibi.
En ellos, se ha intervenido un total de 40 gramos de cocaína en roca, 10 gramos de cocaína en dosis, dispuestas para su venta, diverso material para el corte (adulteración) y manipulación de cocaína, 86 viagras masculinas y 12 femeninas, 11 teléfonos móviles y 2.890 euros en efectivo (más sus 7 cuentas bancarias bloqueadas, a raíz de la investigación). Además, los agentes han intervenido abundante documentación, que continúa siendo analizada.
Hasta el momento se ha detenido a un total de 6 personas: cinco hombres, dos italianos y tres españoles, de entre 72 y 46 años, y una mujer rumana de 31 años. La investigación sigue abierta, por lo que no se descartan nuevas detenciones.
Modus operandi
Las mujeres eran captadas a través de una amplia red de anuncios publicados en webs especializadas en servicios de prostitución y provenían, en su mayoría, de países como Paraguay, Venezuela, República Dominicana, Colombia, México, Rumanía, Bulgaria y Rusia, aunque también se tiene constancia de víctimas españolas.
Para conseguir el consentimiento de las mujeres, el cabecilla de la organización indagaba, previamente, sobre los posibles factores más vulnerables de todas ellas.
Se han contabilizado un total de 25 mujeres las que han sido objeto de explotación sexual por parte de la organización, tanto en el piso de Castalla (ofertado en la extensa red de anuncios web, administrados personalmente por el cabecilla) como en los domicilios particulares de los clientes, a los que algunas de ellas se desplazaban.
Esto era así para asegurarse el máximo rendimiento económico de los servicios sexuales que le reportaban las mujeres, siendo el radio del “servicio sexual a domicilio” bastante amplio, abarcando localidades como Alicante, Sax, Banyeres de Mariola, Villena, Alcoy, Muro de Alcoy, Jijona, Campo de Mirra, Ibi incluso Caudete (Albacete).
Para ello, la organización contaba con hasta tres individuos, que ejercían las funciones de chófer de las mujeres, las 24 horas al día y la Guardia Civil pudo averiguar también la existencia de dos mujeres, de nacionalidades rumana y cubana, que desempeñaban el papel de madame.
Los investigadores han podido conocer, gracias al minucioso análisis y estudio económico de esta persona que, en una de sus cuentas bancarias, había ingresado en tan sólo 10 meses, la cifra de 20.000 euros, procedentes de la prostitución.
Ingreso en prisión
A los detenidos se les imputa los delitos de explotación sexual, contra la salud pública (tráfico de drogas), blanqueo de capitales, contra el derecho de los trabajadores y el de organización criminal.
Todos han sido puestos a disposición de la Autoridad Judicial, ingresando en prisión preventiva dos de ellos, los considerados como los principales cabecillas (un italiano y un español) y quedando los cuatro restantes en libertad provisional con cargos, a la espera de juicio.