El robo de cobre se ha convertido en un serio problema en Onil tras varios incidentes que han provocado importantes daños económicos al municipio. El último robo ocurrió el pasado sábado 8 de marzo por la noche en la zona deportiva, afectando gravemente al cableado eléctrico de las pistas de pádel, tenis y multiusos.
Fuentes municipales han explicado a Escaparate que este incidente supondrá un coste económico superior a los 3.000 euros para las arcas municipales. Desde el consistorio hacen un llamamiento urgente a la ciudadanía:
«Pedimos que cualquier persona que observe actividades sospechosas se ponga inmediatamente en contacto con la patrulla policial local en el número 606981455. Necesitamos la ayuda de todos para evitar más robos y actos vandálicos como los que venimos sufriendo desde hace tiempo. Gracias a todos por ayudarnos a hacer de Onil un municipio más seguro», indica el Ayuntamiento en un comunicado difundido en redes sociales.
Hasta el jueves, 13 de marzo, las pistas deportivas estaban sin iluminación debido a los daños ocasionados por el robo. Fuentes municipales aseguran que esperan poder comenzar los trabajos de reparación a principios de esta semana, ya que ya están trabajando para solucionar la incidencia cuanto antes.
Este incidente no es aislado, pues fuentes del Ayuntamiento han confirmado que en los últimos meses se han producido otros dos robos importantes en el municipio. El primero tuvo lugar en el polígono industrial a principios del año pasado, mientras que el segundo afectó a la zona del campo de fútbol a finales de 2024. Cada uno de estos robos tuvo un coste aproximado de 12.000 euros, por lo que la suma total del impacto económico supera los 25.000 euros.
Paralelamente, la Asociación de Empresarios Foia de Castalla (IBIAE) celebró una reunión el pasado 19 de febrero en el Centro Cultural de Onil, enmarcada en un proceso de escucha activa destinado a recoger las demandas y necesidades de los empresarios locales para definir mejoras de estas áreas fabriles para el año 2025.
Entre otros asuntos, se abordó la necesidad de mejorar la seguridad en los polígonos industriales. En una posterior reunión celebrada el 6 de marzo entre el director de IBIAE, Héctor Torrente, y el alcalde de Onil, Jaume Berenguer, se trasladó al consistorio la inquietud empresarial sobre la importancia de revisar regularmente el correcto funcionamiento y mantenimiento de las cámaras de vigilancia.
Según han confirmado fuentes municipales, estas cámaras se instalaron a principios de año en las entradas y salidas de los polígonos industriales como medida preventiva contra estos robos. Desde el Ayuntamiento insisten en que la colaboración vecinal es crucial para combatir este problema y minimizar su impacto económico para todos los vecinos del municipio.