Mayte Peñalver, portavoz del Grupo Municipal Popular de Ibi
No es que yo esté cansada, es que la ciudadanía ibense también lo está y eso es algo muy preocupante. El problema es que esta situación no pasará en unos meses, es que tendremos que aguantar algo más de tres años durante los cuales Ibi se va a poner a la cola de la comarca en todos los sentidos. Menos inversiones, menos proyectos, peores infraestructuras y pésimos servicios. Esto es algo de lo que por desgracia ya estamos sufriendo.
Porque aquí nada tiene sentido. Porque ¿qué sentido tiene que el señor alcalde Sergio Carrasco asista en Madrid a una feria de Turismo como es FITUR, donde Ibi no tiene stand ni representació como en años anteriores? ¿Es así como Aitana Gandia, responsable del área de Turismo fomenta el turismo de nuestra localidad? Lo único que esperamos es que ese desplazamiento no se pague con el dinero de todos los ibenses, el mismo que se les niega a nuestras asociaciones, clubs, protectora y proveedores por poner algunos ejemplos. Pero bueno, podemos estar tranquilos, ya que lo importante es ver a nuestro alcalde trabajando incansablemente las 24 horas del día (ir a Madrid es un gran esfuerzo) y sacarse la foto de turno.
Pero lo que no resulta tan gracioso es ver en un documento cómo se renuncia a la ayuda concedida a este Ayuntamiento por un importe de 532.480,80 euros, firmada por el propio alcalde. Poca gracia a más de las 30 personas, con sus correspondientes familias que se han quedado este año sin empleo por una decisión injustificada al no llevarse a cabo los Talleres de Empleo. Inaudito que personas con necesidades, que con su trabajo se beneficia el pueblo, ya que realizan mejoras en nuestro municipio, en nuestros parques, colegios, instalaciones deportivas… sufran por la mala gestión de este Equipo de Gobierno.
Pero pese a ello el Pacto del Molí sigue intacto. Nuestra última sorpresa, tras la decisión de la vicealcaldesa Aitana Gandia de abandonar la concejalía de RRHH, concejalía en la que por cierto no ha hecho ninguna mejora sino todo lo contrario, es la decisión de Joan Josep Sarrió de dejar su acta a los 7 meses de la toma de posesión. Esto es como un juego para todos ellos pero con la diferencia de que parece una burla a toda la ciudadanía ibense. Pero como nos dicen algunos de sus votantes, por cierto, muy arrepentidos, es que ya rendirán cuentas donde tienen que rendirlas. Nosotros decimos que esto ya no trata de no tener dignidad, es de poca vergüenza todo lo que está ocurriendo en Ibi.