Si existe la idea del divorcio, se debe valorar qué es lo mejor para las partes, y mucho más cuando existen hijos en común. De por sí, tomar la decisión de separarse no siempre es fácil, y si hay menores, la dificultad es mayor.
Sin embargo, la ley cuenta con mecanismos que protegen los intereses de los menores. En este aspecto, el régimen de custodia compartida se ha convertido en uno de los más solicitados por los beneficios que ofrece. Sin embargo, la ley cuenta con mecanismos que protegen los intereses de los menores. En este aspecto, el régimen de custodia compartida se ha convertido en uno de los más solicitados por los beneficios que ofrece.
Aunque puede ser una opción muy favorable, dado que cada vez son más los casos de divorcio en los que se concede, habría que valorar sus características.
Su aumento en España
La custodia compartida se ha consolidado como una de las vías más solicitadas. El pasado año, casi la mitad de las parejas que se divorciaron y tenían hijos optaron por este régimen, según datos oficiales. Por primera vez, se superó a las custodias concedidas en exclusiva a las madres, que representaban el 47,8 % frente al 48,4 %, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Este cambio refleja una mayor implicación de ambos progenitores en la crianza de los hijos tras producirse la separación. No obstante, aunque ha ganado terreno, cabe indicar que las custodias que se conceden solo a los padres también han disminuido varios puntos. El porcentaje, el pasado año se situó en el 3,5 %.
Estos datos nos invitan a reflexionar sobre los factores que han influido en el cambio de las decisiones judiciales. Sin duda, la evolución cultural y social, que promueve una mayor responsabilidad de los padres en la vida de sus hijos, ha sido determinante. A su vez, las reformas legislativas han allanado el camino para que la custodia compartida se convierta en una opción mucho más viable.
Armonizando derechos en el hogar
El régimen de la custodia compartida queda regulado a través del artículo 92 del Código Civil. Este es el marco legal que establece que los padres participan en la crianza y educación de sus hijos de manera conjunta. En este modelo predomina el principio de igualdad tanto en las responsabilidades como en los derechos de ambos progenitores. Estas son las principales características:
- Interés superior del menor. Para la justicia, siempre debe primar el bienestar del menor, por lo que se analizará si la custodia compartida es la mejor opción en cada caso concreto.
- Toma de decisiones conjunta. Ambos progenitores tienen los mismos derechos y deberes sobre aquellos aspectos que son importantes para su crianza y educación.
- Reparto equitativo del tiempo. Los niños alternan la residencia entre las casas de ambos padres, aunque no siempre implica el reparto al 50 %. Más bien se adaptan a las necesidades y circunstancias familiares.
- Distribución de los gastos. Otro aspecto importante tiene que ver con el reparto equitativo de los gastos, que suele ser proporcional a los ingresos de cada progenitor.
- Flexibilidad. Los acuerdos en la custodia compartida se adaptarán a las necesidades de los hijos y los padres, teniendo en cuenta los horarios laborales, la distancia de las viviendas o las responsabilidades académicas.
Cuando el hogar se multiplica: emociones y custodia compartida
Está claro que cuando la custodia compartida tiene lugar en entornos donde predomina la comunicación y la cooperación, el impacto emocional de la separación es mucho menor. Además, los niños perciben que son importantes para ambos padres. En cambio, en otros casos, pueden experimentar una sensación de abandono o soledad.
En cuanto a consecuencias, parece ser que este modelo de custodia puede ser positivo si se implementa de manera correcta y paulatinamente, no obstante; hay que tener en cuenta la relación entre los padres y su capacidad de colaboración. A continuación, se explica cuáles son los beneficios para los menores:
Esculpir resiliencia: un monumento a la salud emocional
Cuando la custodia compartida se basa en la colaboración, los niños viven en una sinfonía de amor y estabilidad. Sentirse queridos por igual por ambas figuras es el acorde perfecto para fortalecer su confianza. Expertos indican que este melodioso equilibrio ayuda a construir una identidad sólida y segura.
La alquimia del aprendizaje: convertir el esfuerzo en excelencia
Este régimen de guarda y custodia también puede influir positivamente en el rendimiento académico y su capacidad para relacionarse. Los menores que mantienen una relación estrecha con ambos padres se sienten más apoyados en sus estudios. Además, cuando existe una coordinación en estas tareas, es más difícil que existan conflictos que influyan negativamente en sus resultados académicos.
Donde el desacuerdo florece, la resolución se convierte en poder
También se ha demostrado que cuando la comunicación es efectiva y respetuosa, tiene un impacto positivo en el manejo de los conflictos. Para ello, es importante que los padres establezcan reglas claras desde el principio, de esta manera, será más fácil evitar los desacuerdos. En los niños más sensibles, pueden llegar a generar ansiedad y problemas emocionales.
Códigos implícitos en el arte de dictar justicia
La decisión judicial sobre la custodia compartida busca el equilibrio entre diversos factores. En primer lugar, tal como hemos mencionado anteriormente, la prioridad es el interés superior del menor, así como la relación de cooperación entre los padres y otros aspectos económicos, que determinan la viabilidad de esta práctica.
- El bienestar y estabilidad emocional. El juez tendrá en cuenta cuál es la mejor opción de custodia para la salud emocional del menor.
- Relación padres e hijos. También puede influir que el niño se sienta más vinculado a uno de los progenitores al ser quien más tiempo ha dedicado a su crianza.
- Capacidad económica. Se evalúan los recursos económicos de ambos progenitores por parte del juez, y se dictamina si son necesarios para cubrir las necesidades básicas del niño.
- Disponibilidad de tiempo. La disponibilidad horaria en función de la situación laboral de cada uno es otro aspecto a tener en cuenta.
¿Cómo se solicita la custodia compartida?
Ahora que hemos dejado más claro en qué consiste, te vamos a pautar cómo se solicita. Antes de nada, nuestra recomendación siempre será consultar a un abogado especializado en derecho de familia, porque esto es primordial para un asesoramiento personalizado adaptado a tu caso.
- Acuerdo entre los progenitores. Si ambos progenitores coincides, se llega antes a una resolución judicial más rápida.
Presentación de la demanda. Si no fuera posible llegar a un acuerdo, una de las partes debe presentar la demanda de custodia compartida en el Juzgado de Familia. - Documentación requerida. Sin contar la solicitud, hay que aportar documentos como el certificado de empadronamiento, la situación laboral y económica de ambos progenitores, incluso informes psicológicos en casos necesarios.
Audiencia preliminar. El juez convocará una audiencia con ambos progenitores y sus abogados para escuchar sus posturas sobre la custodia. - Resolución judicial. Después de la evaluación de todo, el juez toma la decisión que priorice el bienestar del menor y dictará una sentencia.
Apelación. Si alguna de las partes no está de acuerdo con la sentencia, puede interponer un recurso de apelación ante una Audiencia Provincial.