Opinión

Asfixiados por la legalidad

La incertidumbre financiera que el Ayuntamiento de Ibi está padeciendo a día de hoy no tiene precedentes. La incorporación de nuevos funcionarios a la plantilla en los últimos años ha cambiado el sistema de trabajo habitual, un hecho que ha ralentizado la gestión pública interna, principalmente focalizada en el área de servicios económicos –aunque otros departamentos también se han visto afectados–. La jubilación del anterior interventor en febrero de este año fue la gota que ha colmado el vaso. Al retraso del pago a proveedores, que en algunos casos ha provocado la paralización de algunos de los servicios prestados o de obras públicas, está condicionando toda la gestión municipal. Es el caso de microempresas locales, constructoras e incluso grandes compañías nacionales que llevan esperando que se liquiden sus facturas más de un año.

Si hace pocas semanas la suministradora eléctrica que da servicio a Ibi dio un ultimátum al nuevo equipo de gobierno para que regularizara las facturas pendientes en 2023, ahora el foco está puesto en los funcionarios. A fecha del cierre de este periódico no se sabe con seguridad si los empleados públicos recibirán su nómina de agosto antes de que comiencen las Fiestas de Moros y Cristianos.

El gobierno de coalición PSOE-SOM IBI nunca se podría imaginar hace tan solo dos meses que se encontraría un escenario tan complejo como el que estos momentos se está viviendo. La no aprobación de los presupuestos por parte del fallido gobierno de Rafael Serralta, sumado a otras anomalías en determinados puestos de responsabilidad que se han ido produciendo a lo largo de varias legislaturas han degenerado en una calamitosa coyuntura sin horizonte a corto plazo.

El atasco contable y financiero es directamente proporcional al cabreo que muchos de estos proveedores están sufriendo al ver cómo deben seguir asumiendo nóminas, impuestos y otros gastos ordinarios derivados de su actividad habitual mientras pasan los meses sin previsión de cobro. Sin olvidar, las ayudas a asociaciones vecinales, deportivas y sociales que todavía están pendiente de abonar.

Una ciudad como Ibi, con su robusta industria, con un comercio local consolidado y una economía más que saneada, donde se recaudan no pocos impuestos, no se merece el capricho de algunas personas que exprimen la legalidad hasta más allá del límite permitido sin medir sus impredecibles consecuencias. Veremos hasta dónde.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Normas de uso

  • Esta es la opinión de los internautas, no de escaparatedigital.com.
  • No está permitido verter comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
  • Reservado el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
  • El e-mail debe ser correcto ya que el comentario será validado a través de dicho correo electrónico, aunque este campo será ocultado en los comentarios.
  • Los comentarios vertidos en esta web son responsabilidad de sus respectivos remitentes, no de Escaparate Digital La IP y el mail de los remitentes serán guardados y podrán ser facilitados a las autoridades competentes en caso de que éstas los requieran.
  • Los comentarios que no se refieran a la noticia o artículo al que corresponden serán eliminados o no autorizados.

Los datos personales recogidos formarán parte de un fichero automatizado debidamente inscrito en la Agencia de Protección de Datos, propiedad de AREA OBERTA, S.L, con CIF B-03989845 y con domicilio en Avda. Juan Carlos I, de Ibi, cuya única finalidad es gestionar el servicio. Como responsable del fichero, ESCAPARATE garantiza el cumplimiento de la Ley Orgánica 15/1999 de Protección de Datos de Carácter Personal. El usuario podrá ejercitar sus derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición dirigiéndose a info@escaparatedigital.com. Àrea Oberta se reserva el derecho a publicar estos comentarios en la edición impresa de Escaparate o en cualquier otro soporte.