El mundo al revés
En el último año y medio, el Ayuntamiento de Ibi ha funcionado de manera desordenada e incumpliendo normas legales, lo que ha generado un grave descontrol en distintas áreas.
En el ámbito presupuestario, se gestionan simultáneamente los presupuestos de 2023 y 2024, mientras que el ejercicio de 2022 cerró con datos incorrectos y gastos asignados a partidas inadecuadas. Además, no se informa del estado real de las cuentas ni de los movimientos de Tesorería, evidenciando una clara falta de control.
En la contabilidad pública, los movimientos económicos no se vinculan correctamente a los expedientes administrativos, impidiendo que las cuentas reflejen la realidad financiera y perpetuando la falta de transparencia.
En el ámbito de gobierno, los concejales y grupos políticos continúan cobrando asignaciones basadas en acuerdos de la legislatura anterior, aunque estas ya no deberían aplicarse. Algunos concejales perciben cantidades equiparables a una dedicación completa sin justificarlo, mientras las reuniones de órganos colegiados se limitan a aprobar actas, ignorando asuntos importantes como deudas, pagos y recursos públicos.
En recursos humanos, se recurre al abuso de contrataciones temporales y sobresueldos asignados arbitrariamente por los concejales, reflejando nuevamente una falta de control y coherencia.
En el área de contratación, el uso excesivo de contratos menores y la falta de verificación sobre proveedores y prestaciones realizadas evidencian un desorden generalizado.
El pasado 24 de octubre, el equipo de gobierno afirmó públicamente que “todo estaba bien”. Sin embargo, el 6 de noviembre convocaron un Pleno para anunciar una subida del IBI, argumentando que “no había más remedio” y trasladando a los ciudadanos la carga de una deuda de 3,7 millones de euros derivada de su mala gestión.
Esta situación no solo es injusta, sino que también pone de manifiesto la incapacidad del equipo de gobierno para gestionar correctamente los recursos públicos. La subida del IBI no respondía a una necesidad ciudadana real, sino al caos provocado por quienes gobiernan, que actúan sin transparencia ni rigor y sin asumir responsabilidades por sus errores.
Hoy todo parece estar bien, mañana todo mal; luego viene la subida del IBI, culpando al PP por no haberlo subido antes, para después echarse atrás. Este es el “mundo al revés” del PSOE del Sr. Carrasco y de sus socios de gobierno, SOM IBI, encabezado ¿por Aitana Gandía?, o quizá partido descabezado y súbdito del Partido Socialista ibense.
Ante esta situación, reafirmamos nuestro compromiso de denunciar y sacar a la luz estas irregularidades para evitar injusticias como el subidón del IBI. No es justo que los ciudadanos sufran las consecuencias de una gestión tan deficiente.