“El dinero del banco solo puede usarse para gastos corrientes, no para cubrir proyectos que no están presupuestados”

El equipo de gobierno ha aprobado un incremento del 62% del Impuesto de Bienes Inmuebles para el año que viene, ya que el gravamen sube del 0,585% actual al 0,9503%.
Esta medida, que supondrá subidas muy importantes en el recibo del IBI, que oscilarán entre los 120 y los 300 euros, ha generado un enfado monumental en la ciudadanía y la petición de dimisión del alcalde por parte del PP.
El concejal de Hacienda, David Rojas, explica en Escaparate los motivos que les han llevado a tomar esta decisión.

¿Qué factores específicos han llevado al equipo de gobierno a optar por una subida del IBI del 62% en lugar de buscar otras alternativas para equilibrar las cuentas?
Lo primero que tengo que decir es que esta decisión no ha sido de nuestro agrado. Si la hemos tomado es por pura necesidad, ya que durante el último año del gobierno anterior, las cosas se hicieron francamente mal.
Ibi es el noveno municipio con mayor renta per cápita de la provincia, pero, paradójicamente, uno de los que menos presión fiscal tiene. Está en el puesto 115 de 140 municipios en cuanto a IBI, lo que ha generado una gran anomalía. Por ejemplo, pueblos cercanos como Castalla, Tibi, Onil y otros más pequeños como Sella, Cox y Llíber han estado pagando más IBI que nosotros durante años. Esto ha causado una falta de recursos que ha afectado gravemente a servicios esenciales: el casco antiguo está sucio, las infraestructuras están obsoletas, y los servicios sociales están completamente deficitarios.
Además, el personal en casi todas las áreas es insuficiente. En 2022, la plantilla estaba completamente desfasada, y en 2023, tuvimos que hacer una modificación presupuestaria de medio millón de euros solo para poder pagar la nómina de diciembre. Todo esto se debe a la falta de ingresos por IBI.

Servicios públicos desfasados
Los servicios, especialmente los públicos, se han visto muy afectados. Por ejemplo, las tres principales contratas — limpieza viaria, edificios municipales y recogida de basuras — ya en 2023 mostraban un déficit de 2’4 millones de euros, a pesar de que esos contratos estaban completamente desfasados.
En 2025, se calcula que necesitaremos 3’5 millones más solo para cubrir las licitaciones de estos servicios, que deben ser mejoradas urgentemente. Si no corregimos esta falta de ingresos, no podremos seguir cubriendo los gastos de personal, infraestructura y servicios básicos como la limpieza y la recogida de basuras.

Electoralismo del PP
En 2023 se consideró una subida del IBI del 58%, pero, lamentablemente, no se hizo porque llegaban las elecciones municipales y, por puro electoralismo, no se tomó la decisión. Si en 2023 hubieran tenido la valentía de hacer el ajuste, la subida habría sido del 58%.
Nos encontramos con un desajuste de 3’8 millones de euros, que es imposible de cubrir con impuestos como el IAE, vehículos o plusvalía, que no tienen la misma capacidad de recaudación que el IBI.

¿Por qué no se planteó aplicar la subida en varias fases, durante dos o tres años?
El principal problema es el capítulo de los servicios públicos, que ya presenta un déficit de 3’5 millones de euros para 2025.
Además, no podemos seguir teniendo el capítulo de personal completamente infravalorado. Si no cubrimos las plazas necesarias, no podremos sanear el ayuntamiento ni ofrecer los servicios que el municipio necesita.
De hecho, ya hemos realizado un gran esfuerzo para reducir la subida del IBI del 78%, que inicialmente planteaba Hacienda, al 62%, pero el ajuste era inevitable.

Entonces, ¿en 2025 se va a contratar más personal?
Sí, de hecho, para 2025 se va a aumentar la plantilla en varias áreas. Servicios Sociales tendrá toda la plantilla dotada para reducir las listas de espera en Dependencia. También se está trabajando en el área de Urbanismo, y se ha aprobado la modificación de la RPT para incorporar a un técnico administrativo y un jefe de sección para resolver los problemas contables, en servicios económicos.
También se va a contratar personal para el Polideportivo, ya que muchas áreas estaban completamente infradotadas. El objetivo es mejorar los servicios y dar un seguimiento más eficiente a los proyectos.
Estamos estimando de cara a la propuesta de 2025 que el capítulo de personal se va a ir a 10.000.000 euros. Lo que significa que hay 1.650.000 euros de más para personal.

¿Qué tipo de mejoras vamos a ver con estas contrataciones?
En los servicios públicos, los ciudadanos van a ver un incremento en las horas de limpieza, especialmente en zonas que antes no se cubrían por el contrato deficitario. También habrá más horas de recogida de residuos y limpieza de imbornales.
En cuanto al personal, en Servicios Sociales estamos trabajando para reducir las listas de espera en Dependencia y cubrir todas las plazas necesarias.
En Urbanismo, ya hemos incorporado a un administrativo y vamos a traer a un arquitecto técnico para dar seguimiento a proyectos clave, como la construcción del geriátrico. También se está trabajando en la reactivación del polígono industrial y en la reanudación de obras importantes como la plaza de la iglesia. Es que hay un montón de obras que ahora mismo están completamente paradas porque no tenemos presupuestos.

Sobre el remanente de tesorería de 4 millones de euros que dijeron que había, ¿por qué no se utiliza este dinero para aliviar el impacto de la subida del IBI?
Desgraciadamente, a la hora de formular los presupuestos, el remanente de tesorería nunca se tiene en cuenta. Es decir, no va a formar parte del presupuesto. Es igual que el dinero del banco.
Es cierto que tenemos 14 millones de euros pero, por ley, este dinero no se puede incorporar al presupuesto de ingresos, ya que el presupuesto debe estar equilibrado entre ingresos corrientes y gastos corrientes.
El remanente puede utilizarse solo si hay un presupuesto aprobado que lo respalde. Es como si tuviéramos dinero en el banco, pero si no tenemos el “presupuesto” adecuado, no podemos usarlo. Si hubiéramos podido usar ese dinero, habríamos completado proyectos como la plaza de la iglesia, el balneario y las oficinas de Urbanismo, pero por ley no se puede gastar sin el presupuesto correspondiente.
Un símil sería: queremos jugar a las cartas, pero si no tenemos cartas, no vamos a poder jugar. Y la carta es el presupuesto y que esté completamente equilibrado. Independientemente del dinero que haya en el banco.

¿Entonces, ese dinero del banco, para qué se va a usar?
Ese dinero se utiliza para pagar las facturas que van surgiendo. Este año, hemos pagado ya 9’5 millones de euros y 1’5 millones en 2023. Este dinero se ha ido acumulando durante años, y aunque es cierto que tenemos liquidez, no podemos usarlo para proyectos o subvenciones sin el presupuesto aprobado. Si no tuviéramos liquidez, no podríamos hacer frente a estos pagos, pero el dinero en el banco solo puede usarse para gastos corrientes, no para cubrir proyectos que no estén presupuestados.

¿Qué garantía hay de que este nuevo presupuesto de 2025 será sostenible y que no tendremos que seguir sufriendo subidas de impuestos?
Novelda recauda 10 millones de euros por el IBI, Calpe recauda unos 12 millones e Ibi alrededor de 6 millones. El problema surge cuando enfrentamos una crisis inflacionista, momento en el que no podemos hacer frente a las necesidades.
En cuanto a los impuestos, no tenemos pensado subir ninguno más. Hemos modificado el IBI, aunque somos conscientes de que afecta a muchas familias, pero es el único impuesto que nos permite equilibrar el presupuesto.
Teníamos dos opciones: que el pueblo se hundiera y no pudiéramos presentar un presupuesto, o que tomáramos la decisión de sacrificarnos nosotros. Optamos por la segunda opción. Es una medida impopular, pero absolutamente necesaria para evitar un colapso financiero y, a largo plazo, una posible intervención por parte del Ministerio de Hacienda.

¿Cómo van a abordar el descontento y las alegaciones de los ciudadanos?
Todo el mundo tiene derecho a presentar alegaciones.
Respecto a la petición del PP de que les dejen gobernar, me pregunto: ¿qué habrían hecho ellos? ¿Habrían derogado esta modificación? No, porque se encuentran en la misma situación que nosotros.
Si no se sube el IBI, no hay presupuesto, y ellos lo saben perfectamente. Concurrieron a las elecciones sabiendo que estaban escondiendo una subida masiva de impuestos.
Contestaremos a las alegaciones y trataremos de dar respuesta a las preocupaciones de los ciudadanos.

¿Se ha medido el impacto de esta subida en la competitividad empresarial y en los precios de las viviendas?
El IBI es un impuesto basado en una base relativamente amplia, como es el valor catastral de los inmuebles, aunque lo cierto es que el tipo impositivo que se ha planteado es bastante alto.
Para ponerlo en perspectiva, una subida del IVA afectaría mucho más a la competitividad empresarial que el IBI. Igualmente, una subida del impuesto de sociedades tendría una repercusión mucho mayor que cualquier modificación en el IBI.
La competitividad empresarial depende de muchos factores, como la disponibilidad de mano de obra cualificada o los acuerdos de libre comercio con otros mercados. En el caso de la industria de Ibi, no vemos que esos factores sean problemáticos.
El único factor que podría restar competitividad sería la falta de suelo industrial; un problema que se ha arrastra desde hace 20 años y que ha obligado a empresas a marcharse fuera.
En cuanto al mercado inmobiliario, la evolución de los precios dependerá de diversas variables macroeconómicas, como el desempleo, el crecimiento del PIB y los tipos de interés. En términos de compraventa, se está registrando un incremento.
Respecto al alquiler, es cierto que la actualización del IBI puede llevar a un aumento de entre 250 y 300 euros anuales, pero, repartido en 12 meses, supondría una incidencia de unos 30 euros mensuales.

La oposición señala que la falta de control del gasto es el principal problema. ¿Qué acciones específicas está tomando el ayuntamiento para mejorar la eficiencia y reducir los gastos innecesarios?
En 2022, el PP gastó 158.158 euros en diversas partidas. En 2023, el gasto fue de 86.000 euros, ya que pasamos la mitad del año al frente y la otra mitad estuvo en manos de ellos. En cuanto a fiestas y tradiciones, hemos reducido el gasto a la mitad, quedando en 74.000 euros, frente a los 158.000 euros de 2022.
Además, hemos dejado de realizar algunos eventos, como el evento motociclístico y la subida a les Revoltes, que costaron más de 130.000 euros en contratos y convenios el año pasado. Nosotros, al no hacerlos, hemos logrado un ahorro significativo. Si hubiéramos continuado con estos eventos, el gasto habría sido un 25% superior al de 2022.
Lo que estamos planteando para racionalizar el gasto es crear una nueva estructura presupuestaria en la que cada concejal sea responsable de supervisar su propio gasto. Esto evitará que, por falta de coordinación, se retiren créditos de unas partidas para cubrir otras, lo que genera falta de fondos para actuaciones necesarias. De este modo, cada área tendrá una bolsa de vinculación propia, y será el concejal responsable quien supervise y gestione ese gasto.
En el área económica del Ayuntamiento hemos tenido que enfrentarnos a tres grandes problemas: primero, la contabilidad atrasada y ejercicios sin cerrar; segundo, el déficit presupuestario; y tercero, el impago de facturas. Afortunadamente, hemos abordado estos tres frentes con esfuerzo y dedicación. Ha sido un trabajo muy complicado, ya que la situación heredada era realmente desoladora.

Ya para finalizar, ¿tenemos que esperar ahora una subida de la tasa de la basura?
A ver, de momento la subida de la basura, como estamos con el incremento del IBI, de momento está parada.
Para el año que viene, lo estamos estudiando con Suma, pero, ahora mismo, hasta el 31 de diciembre no hay subida de la tasa de basura.