4 julio 2024
La investigación de Abel Soler concluye lo siguiente:
Ibi.- Alqueria andalusina d’Ivi (1247, 1251) o Ibi (1263, 1275, 1276).1 Del verbo amazic bbi ‘tallar, talar’, deu venir el tàndem onomàstic Ibi i Tibi. Ibbi ‘ha talat’, podria entendre’s com ‘el que ja s’ha talat, el talat’; tebbi és ‘talar sovint, la tala’ del bosc, T(i)bbi per analogia amb Ibbi i per assimilació vocàlica. Els colons catalans del segle XIII ho reduïren a Ibi i Tibi, sense geminació, per ser estranya al valencià. L’arqueologia mostra un ponent de la Foia de Castalla poblat per romandalusins (Castalla, Favanella, Cabanyes) el segle XI i una ocupació de la resta del territori, cobert abans per un dens carrascar, per part de berbers assentats a Onil, Ibi i Tibi, alqueries documentades arqueològicament en el segle XII i de nom amazic. Serien producte, d’una colonització almohade encetada pel 1172, consistent a talar el bosc d’ Ibi ‘el talat’ per a obrir bancals i llaurar-los; una tasca prosseguida al terme actual de Tibi, ‘la tala’. A la canal d’Ibi, estaven les alqueries de Benitabib, Banï Tabïb, nom arabitzat, ‘els fills del llenyater o talador’ (Tabïb és, també, ‘metge, amputador’), i Benitauela: BanïīTawala, possible arabització d’un malnom Tawalt, que en amazic descriu la savina turífera, Juniperusthurifera. L’únic indret al sud del riu Xúquer on l’han poguda documentar els botànics es troba al Carrascar d’Ibi. N’hi hauria més, de savines, fa huit segles, però les talarien els berbers, que en solien fer bon ús.
Tibi.- Alqueria andalusina i castell del segle X, citats arran de la conquesta feudal com de Tibi (1270, 1276, 1316 i 1320).5 Jaume I els donà al cavaller navarrés Sanxo de Lienda. A partir del segle XIV s’integrà en la baronia de Castalla. Per a l’etimologia, vegeu, dalt, Ibi. La presència berber al terme la testimonia, a banda del nom Tibi, la serra del Maigmó [maʧmó]: amazic amccim/amaʃʃim/ ‘volva de neu, floc de llana’ + plural àrab -ūn > *Majimūn [maʧimón], la serra ‘de les volves de neu’.
La conferencia de Abel Soler Molina (Albaida, 1972) sobre el origen del nombre de Ibi no solo ha echado por tierra la creencia ampliamente difundida de que Ibi significaba ‘lugar entre ríos’, sino que ha abierto la puerta a que se conozcan otras investigaciones e hipótesis sobre este topónimo.
Doctor en Historia Medieval por la Universidad de Alicante y en Filología Catalana por la Universitat de València, Abel Soler es especialista en divulgación histórica, geográfica y patrimonial y dispone de muchas publicaciones de historia local de diferentes comarcas y municipios del País Valenciano.
En la conferencia que impartió el 13 de junio en el Archivo Municipal, Abel Soler habló de del origen del nombre de Ibi y los otros pueblos próximos, relacionados mayoritariamente con lenguas como el árabe o el amazic (bereber) y presentó el libro Los nombres de los pueblos valencianos. Origen y significado, donde documenta las épocas fundacionales, los primeros documentos históricos y la etimología o significado de 888 nombres de municipios y pedanías de la Comunidad Valenciana.
¿Nos podría explicar a qué se refiere cuándo habla de verbo amazic?
Cuando los árabes (una minoría) llegaron al Magreb (Argelia y países vecinos) hallaron una gente que se llamaban amaziges ‘hombres libres’ y les llamaron bereberes ‘bárbaros’. Sin embargo, fueron estos quienes, convertidos al Islam, contribuyeron a islamizar y arabizar al-Ándalus en sucesivas oleadas migratorias: siglo VIII, taifas, almorávides, almohades. Arqueológicamente, el Castell Vell y la alquería de Ibi datan de una colonización bereber tardía o almohade (siglo XII), que explica la relación del nombre de Ibi con el infinitivo verbal bbi ‘talar’ árboles.
Ibi, por tanto, significa ‘talar’.
No exactamente. Bbi es el infinitivo verbal. Luego tenemos las formas ibbi ‘lo ya talado, lo talado’ i tebbi, que se podría traducir como ‘la tala’. La primera forma habría dado nombre a Ibi, simplificado con una sola -b- por los colonos catalanes y aragoneses de Jaime I, puesto que la -bb- geminada no existía en lengua romance. En cuanto a tebbi habría derivado en Tibi, con dos -i- por analogía con la alquería vecina y la misma simplificación de la doble -bb-.
Hasta el día de hoy, todo el mundo pensábamos que Ibi significaba ‘entre ríos’ ¿cómo ha sido posible? ¿de dónde procede esta toponimia?
Muchas veces damos por buenas teorías sin fundamento arqueológico ni filológico que circulan por programas de fiestas. Y luego pasan a las wikipedias, guías, etc., sin revisión crítica ni nada. Por ejemplo, los alcoyanos del siglo XVI quisieron llamarse “alcodiani”, descendientes de la ciudad romana perdida de “Alcodia”. Para nada. Alcoi lo fundó Jaime I en 1256, y no hubo nada antes en ese solar.
Lo mismo pasa con Ibi. Algún erudito de antaño oyó decir en vasco bi ibaien artean ‘entre dos ríos’ y “le sonó” a algo de Ibi… ¿Euskera e íbero tienen relación? Sí. Los íberos o ‘gente del río’ por el Ebro o Íber (parecido al vasco ibai), ‘el Río’ por antonomasia. Ahora bien, íber era un río como el Ebro o el Xúquer; no un simple barranco. Además, los nombres de pueblo los suelen imponer sus fundadores. Y ¿quién fundó la alquería de Ibi? Pues musulmanes del siglo XII. Ibi, como la mayoría de los nombres de pueblo valencianos, data de tiempos de al-Ándalus. Apenas han sobrevivido al paso de los milenios un puñado de topónimos ibéricos (Xàtiva, Llíria, Sagunt, Bel, Elx…) y Ibi no es uno de ellos.
¿Qué relación de significado existiría, pues, entre los nombres de Ibi y Tibi?
La arqueología muestra que las alquerías y castillos de nombre latino (Castalla, Cabanes, Favanella, etc.) datan de los siglos X-XI. Serían descendientes de hispanorromanos. Luego, los bereberes colonizaron el resto de la Foia e impusieron nombres amaziges: Onil, Ibi i Tibi.
Para fundar estas alquerías talarían parte del carrascal, que cubriría entonces un gran sector de la Foia. Y parece ser que primero fundaron Ibi ‘lo ya talado’ y luego continuaron hacia Tibi ‘la tala, lo que se está talando’.
Hace años, el arqueólogo Rafael Azuar habló de un posible asentamiento de combatientes del ejército almohade que recorrió la zona en 1172. Lo relacionó con la proliferación de nuevas alquerías y castillos. Parece ser que, ahora, la arqueología y la filología (la toponimia) se dan la mano.
En la conferencia que impartió en Ibi, uno de los asistentes, Carlos Vilaplana, expuso una nueva acepción sobre el nombre de Ibi referido a ‘curar’. ¿Qué opina sobre esta hipótesis?
A ver. Carlos no se refería exactamente a Ibi, sino a una alquería de la Canal llamada Benetabib. Ibn at-Tabïb, significa dos cosas: ‘el hijo del médico’ o ‘el hijo del talador’. Médico y talador se decían igual porque, en la edad media, el tabïb no era un curandero cualquiera, sino un médico con estudios y conocimientos, que amputaba miembros si era necesario.
Por ello la gente les llamó ‘amputadores, cortadores’, tabïb. ¿Pudo haber algún médico en el Ibi andalusí? Sí. A uno de los difuntos de la necrópolis islámica, como explicó Carlos, se le había practicado una trepanación, un trabajo reservado al tabïb. Sin embargo, mi hipótesis etimológica sobre Benetabib difiere de la de Carlos. Si Ibi i Tibi tienen que ver con la tala de árboles, todo me lleva a pensar en Ibn at-Tabïb como ‘el hijo del talador’: del personaje que pudo dirigir la tala de árboles y la fundación de Ibi. Por eso sería el propietario, él solo, de una alquería entera.
«Muchas veces damos por buenas teorías sin fundamento arqueológico ni filológico que circulan por programas de fiestas»
¿Qué nos puede decir de las toponimias de Castalla y Onil?
Castellum, en latín, significa ‘castillo’, pero también ‘sitio hondo entre montes’. En latín, el masculino da cosas pequeñas (planum > pla ‘llano poco extenso’) y el femenino las engrandece: plana ‘llano extenso’. Pasó así con el romance castellione i castello, que explican nombres como Castellonet de la Conquesta o Castell de Castells. Estas son hondonadas pequeñas en comparación con Castalla, que quiere decir ‘la hondonada grande’.
Se trata de la misma ‘hoya’ o Foia de Castalla: una hondonada agrícola ancha, cuyo nombre no deja de ser un tautónimo, una tautología. Decir “Foia de Castalla” es como decir ‘la hoya de la hoya’.
Unil es como se escribía Onil en tiempos de Jaime I, que en amazig significa ‘sepulcro, tumba, necrópolis, lugar con inhumaciones’. Tanto la cueva de Onil, de Ontinyent, como la sierra de Onil, con sus Covatxes del Fontanal, se llamaron así porque los pastores bereberes descubrirían en ambos sitios necrópolis prehistóricas, con huesos abundantes. En Túnez, cuando fallece alguien, la familia celebra la fiesta del amensi n unil. Parece que digan “anem-se’n a Onil”, ¿verdad? Pues significa ‘la cena de la sepultura’: se comen un cuscús y despiden al muerto.
Ibi: la alquería del curandero o sanador
El médico Carlos Vilaplana es un apasionado de la historia local y lleva tiempo interesado en el estudio y el origen de las toponimias de la comarca. Precisamente, al final de la conferencia del historiador Abel Soler, Vilaplana expuso su hipótesis sobre el significado de la palabra Ibi, con datos que ha ido recopilando a lo largo de los años.
Como él mismo nos explica, su hipótesis sería que “Benetabib podría indicar probablemente la Alquería del curandero o sanador. Obviamente en la edad media no existían los médicos como los conocemos ahora, aunque estaba muy desarrollada la medicina árabe, pero en núcleos importantes como en Córdoba Averroes”.
“Como datos para reforzar mi hipótesis, tenemos el excelente estudio de José Lajara Martínez, sobre la excavación arqueológica de la Maqbara o necrópolis islámica de l,horta del Pont de Ibi, publicada en el programa de fiestas de 2009. Se describen los restos de 8 individuos encontrados y estudiados, enterrados todos en decúbito lateral derecho y con el rostro girado hacia el sureste (hacia la Meca). Pág. 292 y siguientes.
Aunque en los datos preliminares del estudio antropológico y paleopatológico llama la atención la presencia (en el cráneo, parte posterior) de señales de cirugía (trepanación), lo que posteriormente se constatan es que este individuo presentaba una fractura del tercio distal del cúbito izquierdo seguida de supervivencia. Se trata de una fractura consolidada que curó bien, habiéndose formado un discreto callo óseo alrededor de la fractura, lo que indica que existían conocimientos importantes para la reducción, inmovilización y correcta alineación de las fracturas óseas”.
Además, señala Vilaplana, en la actualidad, en el mundo árabe existen clínicas médicas con el nombre de Tabibi, tabibe, así como aplicaciones de Google Pay para médicos, y múltiples acepciones relacionadas con la medicina y similares.
Buenas noches.
¿Se puede ver la conferencia grabada en alguna web oficial?
Gracias y un saludo.