por Mayte Peñalver, portavoz del Grupo Municipal PP de Ibi
Annus horribilis. Así se titulaba el artículo de la vicealcaldesa Aitana Gandía la semana pasada. En él describía, con el tono acusatorio al que nos tiene acostumbrados, todo lo malo que le ha tocado vivir desde que ocupa su cargo. De “todo lo que han tenido que digerir, gestionar y superar, pese a que se están dejando la piel, el tiempo y la energía”. Le ha faltado mencionar el buen sueldo que percibe por este tan ingrato trabajo. La mujer que pidió su voto para ser “la teua alcaldessa” pero que, al final, no quiso serlo. Pues como le diría cualquiera, si no estás bien, puedes irte a tu casa cuando así lo desees.
Vuelve a hacer mención de la manta, edredón y la retahíla que empleó en las pasadas elecciones. Volvemos a decir lo mismo, para tirar de la manta lo adecuado es ir a un juzgado. Si no lo ha hecho, debería dejarse de amenazas y ponerse a trabajar de una vez por todas. También da lecciones de “lo que es la política, tener altura de miras y conciencia política, sin estrategias ni historias”. La manta para ella no debe ser ni una cosa ni la otra. Quiere “darles las gracias a la ciudadanía y pedirle disculpas, por su paciencia, entereza y temple”. Está usted muy equivocada, señora Gandía, la gente no quiere sus disculpas. Quiere que quienes gobiernan, lo hagan. Como ya les dije en un Pleno, gobernar no es lo mismo que estar en el gobierno. Y sí, ustedes están en el gobierno pero parece que la parte de gobernar aún no la controlan del todo. Y esa parte, la de trabajar para y por todos los ibenses, como podemos comprobar, aún deja bastante que desear.
Termina diciendo que “un político no debería decir siempre lo que el pueblo quiere oír, sino lo que puede llegar a cumplir”. Pues bien, ustedes NO cumplen. Para mí, eso que llama “pueblo” son personas que se merecen lo mejor, que se merecen el mayor de los respetos, porque su confianza se paga con el servicio a la ciudadanía.
Y si se puede sacar una reflexión de todo esto, que lo dudo, podría ser… ¿Quién puede dar lecciones de algo a estas alturas? ¿Quién puede decir que llega para cambiar las cosas y lo hace a peor? Porque, no se nos puede olvidar que Aitana Gandía abanderó la causa de las horas extraordinarias ilegales en el Ayuntamiento, poniéndose en contra a toda la plantilla a las primeras de cambio y que ahora ha quedado demostrado que no eran ilegales. Es más, se va a continuar con el mismo sistema que ella tanto demonizó para, tan solo unos meses después de ocupar la concejalía de RRHH, acabar dimitiendo. En fin, vicealcaldesa, si se decide a tirar de la manta, tenga cuidado no sea que coja frío.