David Rojas Martínez, concejal de Hacienda de Ibi
Los vecinos y vecinas de Ibi tienen derecho a saber que las cosas van cambiando paulatinamente en el Ayuntamiento y que los cambios son a mejor. El inicio fue convulso: muchas dificultades, incertidumbre y momentos de tensión. A día de hoy ya todo el mundo sabe que, sin bordear nuestra responsabilidad, la realidad de personal y recursos humanos heredados convertía el gobierno municipal en una trampa. Lo explicamos y todo el mundo lo entendió, excepto quienes generaron el problema.
Hoy ya tenemos otra realidad. No seré yo quien diga que todo está solventado. Pero sí puedo decir que he sufrido muchas noches de insomnio y que las doy por buenas a tenor de los resultados. La estructura de trabajo que hemos creado, los refuerzos en materia de recursos humanos y la colaboración de toda la plantilla municipal, comienza a dar sus frutos. Todo 2022 está contabilizado y avanzamos rápidamente en el ejercicio 2023. Estamos abriendo bolsas de trabajo para poder ofrecer a los ibenses los servicios que necesitan.
En estas tres últimas semanas se han pagado a proveedores más de dos millones de euros, exactamente 2.029.767,75. Se están pagando nuevamente las ayudas a personas en situación de vulnerabilidad. Se ha abonado la subvención al 70% de las asociaciones y entidades ibenses y el resto lo recibirá antes de finalizar el año. Y el trabajo prosigue. Aquí, permítanme que reconozca el trabajo de todo el personal del Ayuntamiento y, especialmente, del área económica.
Con todo, queda un largo trecho, quedan muchas cosas que resolver del pasado para poder hacer frente a las responsabilidades del presente y a los retos que nos planteamos en el futuro. Pero, llegados a este punto, estoy seguro que lo conseguiremos, y lo haremos juntos. Somos líderes por méritos propios en ámbitos diferentes, gracias a la iniciativa empresarial, al esfuerzo de los trabajadores, a las actividades de entidades y colectivos de toda índole, que muestran a los cuatro vientos toda nuestra capacidad creativa. Este tejido social y productivo es el que debemos proteger, de ahí la importancia de ordenar las cuentas y los procedimientos en materia de Hacienda en el Ayuntamiento. Este Ayuntamiento no ha tenido nunca problemas de liquidez. Era peor: tenía un dinero sin ordenar, sin sistematizar, bloqueado. Por ello, nuestra obsesión con la normalización de los procesos y el respeto de la norma, la transparencia y la claridad en la gestión. Lo público es de todos los ibenses. Y la mejor manera de gestionarlo es entender que “lo de todos” se debe respetar de manera absoluta. Esta es la senda a seguir.
Le pese a quien le pese, se empieza a ver el trabajo y cada día se verán más los resultados. Por el momento hacemos lo que toca, hacemos los deberes en el área económica.