¿Elecciones catalanas o españolas?
Sergio Garfia Codón
El anuncio del adelanto de las elecciones catalanas al 12 de mayo, realizado por Pere Aragonès después del rechazo de los Presupuestos en el Parlament, marca un momento crucial en el panorama político catalán. Este cambio estratégico, programando los comicios antes de las elecciones europeas del 9 de junio, despierta diversas consideraciones sobre el juego político y sus consecuencias tanto en Cataluña como a nivel nacional.
La decisión de adelantar las elecciones surge ante la imposibilidad de aprobar los Presupuestos, obligando a ERC a elegir entre avanzar los comicios o dar por agotada la legislatura. La opción por el adelanto electoral, decidida en el Palau de la Generalitat y en la sede nacional de ERC en la calle Calàbria de Barcelona, apunta a una estrategia para redefinir el panorama político antes de la votación europea.
El factor Carles Puigdemont emerge como un elemento clave en este escenario. La demora en la aprobación final de la ley de amnistía, propuesta que no estaría concluida para el 12 de mayo, plantea una limitación para Puigdemont y Junts per Catalunya en su estrategia electoral. Sin embargo, la posibilidad de que Puigdemont pueda estar presente en el debate de investidura en el Parlament genera nuevas dinámicas políticas.
El avance electoral también impacta en otras formaciones, como el PSC, que se prepara para su congreso con la intención de impulsar a Salvador Illa a la presidencia de la Generalitat. Sin embargo, la incertidumbre –que parecería estar ya solventada– sobre la aprobación de la ley de amnistía y el escándalo del caso Koldo podrían generar un desgaste en la candidatura de Illa y afectar las expectativas del partido.
El adelanto electoral también ha impactado en el Gobierno de Pedro Sánchez. La renuncia a intentar aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 2024, anunciada tras la convocatoria de elecciones en Cataluña, evidencia la fragilidad parlamentaria del Gobierno de coalición. Este cambio de planes sugiere una reevaluación de estrategias y alianzas políticas, especialmente considerando la intensificación de la competencia entre ERC, Junts per Catalunya y el PSC en la próxima campaña electoral.
La decisión de adelantar las elecciones catalanas pone de manifiesto la volatilidad del panorama político en España; con los Presupuestos Generales del Estado y la ley de amnistía en el aire, las próximas semanas serán decisivas para definir el rumbo político tanto en Cataluña como en el conjunto del país.