por Rubén Martínez, secretario de Igualdad del PSPV-PSOE La Muntanya
Un 8M más conmemoramos el Día Internacional de las Mujeres. Una jornada en la que las y los feministas salimos a las calles de nuestros pueblos y ciudades para seguir luchando por la igualdad real y efectiva de mujeres y hombres en nuestra comarca y en todo el mundo. En España son innumerables las leyes aprobadas y las medidas adoptadas en las últimas décadas para lograr esa igualdad.
La mayoría de esas normas tienen un marcado sello socialista. Es de justicia reivindicarlo. Pero también somos conscientes de que el camino que queda por recorrer es largo. Son muchas las desigualdades que siguen soportando las mujeres en su día a día. Y es desde las instituciones públicas desde donde hemos de seguir trabajando por poner en marcha políticas que continúen avanzando por el camino del feminismo.
Utilizar la palabra feminismo en la anterior oración no es baladí. Hemos de utilizarla y reconocernos en ella. Porque ser feminista es creer en la igualdad real. Es querer una sociedad libre de violencia y asesinatos. Es luchar porque todas las mujeres del mundo tengan los mismos derechos sin importar su lugar de origen. Ser feminista es alzar la voz contra las injusticias que sufren las mujeres. Ser feminista es, también, apostar por la justicia y el futuro. Porque el futuro será mucho mejor si todas y todos vivimos en igualdad.
Por eso, ante los continuos y feroces ataques de la derecha y la extrema derecha al feminismo y, por tanto, a la igualdad, las y los socialistas apostamos por seguir defendiendo la sensatez y el sentido común. Porque cuando el PSOE gobierna lo hacemos para cambiar la vida de las personas. Lo hacemos para conseguir que las nuevas generaciones tengan un presente y un futuro mejor que el que tuvieron sus familias. Ese es el propósito principal de cualquier decisión que tomamos allá donde gestionamos los recursos públicos.
Pero no podemos hablar de igualdad sin reconocer el trabajo valiente y firme que muchas mujeres han hecho a lo largo de la historia para defender la agenda feminista en tiempos muy complejos. Quiero terminar estas palabras reivindicando el papel que todas ellas desarrollaron. Este 8M reivindiquemos a Clara Campoamor, María Cambrils, Celia Amorós, Carmen Alborch, Carme Chacón, Amelia Valcárcel o Carmen Calvo. Porque todas ellas sentaron las bases de la agenda feminista actual. Gracias a ellas y a otras muchas la lucha feminista sigue imparable hacia el futuro.